jueves, 6 de agosto de 2009

Lo cotidiano permanece

Las coediciones son un escape a la crisis editorial. Gracias a ellas las pequeñas editoriales en el país, sobre todo las independientes y las universitarias, logran mantenerse a flote. Digo pequeñas no porque sus ediciones sean menores, sino porque están lejos de tener la infraestructura y alcances de las editoriales comerciales. En este sentido, la Universidad Autónoma de Nuevo León y Aldus nos entregan La luz del muro de Óscar Efraín Herrera (Monterrey, 1962).

Todos en la vida somos sobrevivientes, el poeta lo es en otro sentido, y en este caso Efraín Herrera lo es en varios. Trataré de explicarme. Si alguien es capaz de mantener viva la llama de la poesía después de haber pasado una y otra vez por quirófanos, pasillos con olor a desconsuelo, quimioterapias y despedidas y caminar con muletas es que de verdad la palabra tiene algo de magia.

El poeta regiomontano, autor de pocos pero contundentes libros, entre ellos La ganancia y la pérdida (1992), Camino hacia mis huesos (1997) y Cicatriz sin orillas (2007), fue becario del INBA a mitad de los ochenta, de donde recuerda las laboriosas horas de taller con Raúl Renán y las librerías de viejo.

Desde Monterrey, ciudad luminosa aunque presa en la indiferencia y la depredación literaria, Efraín Herrera anima la editorial Diáfora entre carnes asadas y tragos de amistad.

Y qué mejor despedir las noticias de este mes con un texto poético que es parte de la labor cómplice entre Aldus, la UANL y el poeta mismo. Mientras otros se quejan de las arrastradas que les da la vida, Efraín Herrera apuesta por ella y por el sentido irónico, luminoso, contemplativo y certero de las cosas.

“Recolecto pequeñas piedras,/ cansadas palabras caídas de algún libro/ que no llegaron a la imprenta.// Recolecto guijarros de colores,/ alientos y salva endurecidos/ que no encontraron labios afines.// Recolecto fragmentos que en otro tiempo/ fueron instrumentos de amor,/ gotas de espera, cabellos de paradojas,/ ceniza de abrazos…// Recolecto adjetivos, papeles olvidados durante la procesión.// En mi bolsillo caben los adjetivos del mundo.// Soy el adjetivo que me encuentro,/ la palabra que me bautiza en la calle”.

miércoles, 5 de agosto de 2009

La Colorina


Conquistó y volvió loco a Alejandro Jodorowsky y a Nicanor Parra. Le pegó un combo a Enrique Lafourcade por publicar información en plena dictadura que la comprometía seriamente. Él, luego del puñetazo, salió corriendo despavorido. Colgó una bandera del Che Guevara el día del Golpe y se puso a gritar por el balcón "viva el Partido Comunista". Se tatuó una calavera en su brazo junto a Enqrique Lihn. Le tiro piedras a la casa de Neruda. Éstos son sólo algunos de los actos que solía hacer Stella Díaz Varín, poetiza chilena y para algunos las primera de corte punk.

A modo de biografía, dos jóvenes realizadores - Fernando Guzzoni y Werner Giesen- hacen un repaso por la vida de esta mujer y nos traen "La Colorina", documental que recuerda la vida y obra de Díaz Varín, mujer marcada por la marginalidad, los círculos intelectuales de los 50', el alcohol, la irreverencia, la lucidez y la confusión. La poesía encarnada.

En base a un seguimiento y conversaciones con la mujer -quien falleció de cáncer al final del rodaje-, además, de entrevistas a varios amigos y conocidos de ella -Raúl Zurita, Armando Uribe, Jodorowsky, entre otros-, este documental es un registro importante sobre la vida de una poetiza desgarradora, quien trastornaba y desquiciaba a los círculos cercanos y que se ganó el apodo de ‘Colorina' por su abundante y larga cabellera que teñía de rojo.

Pese a que el documental está muy decorado -música que no encaja, montaje tenebroso que busca impactar, cuando el personaje y sus situaciones hablan por si solos; y recursos clichés-, el sólo hecho de ver y dialogar con esta mujer con un vozarrón de ultratumba y de entrevistar a personajes que logran dar una perspectiva consistente de esta mujer, lo hacen un documental necesario y recomendable, que rescata y pone en la memoria la importancia de Díaz Varín en la poesía chilena.

Publicado por José Jiménez el Jue, 20/11/2008 - 8:00am
http://www.ctrlz.cl/2009/05/07/la-colorina-poeta-punk

lunes, 29 de junio de 2009

¡Viva Vasconcelos, cabrones!


Hace medio siglo murió José Vasconcelos. Y aún nadie entiende que fue nuestro más grande escritor.

De chamaco recibí el fulminante influjo de un maestro de primaria que me hizo creer que Vasconcelos era más importante que Zapata. En mi pubertad mental, por supuesto, me rebelé: muté alfonsino. He querido corregirme. Pero lo alfonsino es una tifus.

Lo alfonsino es el gran error de la letritis mexicana. Elegimos a Alfonso Reyes como modelo. Olvidamos a Vasconcelos.

Reyes —también muerto en 1959— era literato. Le preocupaba el menú temático, la buena cita, el pundonor retórico, en suma, la pequeña estética. Vasconcelos, en cambio, como Fray Servando, no tenía páginas sin vehemencia. Era un intenso. En un país mediocre lo intenso —plop— se queda intonso.

Entrañable para sí, Vasconcelos era un frenético del Absoluto. E inventó una forma de ser escritor mexicano. Quiso ser, además, presidente pensante. Estuvo a punto. Pero vaya fraude.

Quiso arreglar —oh todología— la historia completa del pensar. Vasconcelos no escribía: avorazaba. ¡Cuánta babosada se ha dicho sobre él!

He descubierto —¡tengo las pruebas! ¿O he enloquecido?— que Vasconcelos era el mismo tipo psicológico que Nezahualcóyotl, Nietzsche, Miller y Kerouac.

Gaoísmos ha habido muchos, pero México ha sido ingrato con Vasconcelos, su único filósofo.

Ni sus encariñados han comprendido que innovó segmentos de la filosofía. Creo que ni él se dio cuenta. Bergsoñaba.

Ya se hizo regla que cuando alguien escribe sobre Vasconcelos o lo alaba por heroico o lo critica por mala pluma y peor filósofo. Pura ironía pinchérrima.

Paz no quiso darle su lugar. Prefirió canonizar escritores putetes a reconocer que su inteligencia no era tan creativa como la del a veces silvestre Vasconcelos, que tuvo legión de ideas mientras Paz tenía que robárselas de algún Monte de Piedad. Sus obras completas, por supuesto, no se han reeditado. La edición, bastante incompleta (…desnazificada) que existe hoy sólo se encuentra en librerías de viejo. ¿Qué podía esperarse de un país como éste?

Y aunque las editen, los mexicanos no están preparados aún para Vasconcelos. Le encontrarían puros peros. En este tiempo indigno —de escritores autocensuraditos y de Bellas Artes Big Brother— es mejor que no se le mencione. Todo este año he pensado si escribir o no este ensayema, porque escribir sobre Vasconcelos en esta época quizá colabora con la homenajitis oficialista que organizan los analfabestias, que aunque lo leyesen no entenderían uno solo de sus principios. A medio siglo de muerte física, no ha llegado el día de su nueva vida. Quizá en un siglo, cuando los asesinos se marchen. Vasconcelos fue varios. El sueño vasconceliano, uno: una escritura extática y una cultura cósmica.

La futura revolución mexicana será vasconceliana.

Heriberto Yépez

sábado, 23 de mayo de 2009

Instrucciones para subir a un tren

Asegúrese en primer lugar
de que en realidad quiere subirse a dicho tren;
sobre todo tomando en cuenta esas veces
en que los destinos finales suelen confundirse
con los destinos intermedios.

Una vez hecho esto,
todo lo demás es prácticamente sencillo y,
dependiendo del destino,
rutinario o entretenido
(aunque en realidad casi todo lo demás es entretenido;
aclarado, una vez, el hecho de que sí quiso subirse al tren):
Todas las estaciones de esta línea de tren,
exceptuando su forma,
son exactamente iguales
en el contenido de los elementos necesarios
para poder llamarse como lo que son.

Chaplin cantando

intento ingresar una entrada para que aparezca la pantallita de youtube, sin embargo dudo que pueda lograrlo, en fin.. este es un pequeñisimo video en dónde aparece charles chaplin cantando-improvisando una canción circense italiana. lo acompaña la bellisima paulette goddard una de las varias esposas que tuvo. fue en Modern Times, de 1936, donde chaplin, por primera vez, hizo hablar a su personaje charlot.


saludos.

http://www.youtube.com/watch?v=lnhr3XarBY4

martes, 19 de mayo de 2009

La Macorina


Es de imaginar la pasión desbordante que provocó en los hombres aquella mujer de impresionante belleza que, en La Habana de los inicios del siglo XX, se paseaba arrogante en un auto descapotable de color rojo, por Prado y Malecón, con la bufanda al cuello batida por el viento.

Y ya en el ocaso, perdidas su gracia y seducción, quien fuera “la hembra más celebrada de toda la ciudad”, no dudó en confesar a la prensa, con orgullo mal disimulado: “más de una docena de hombres permanecían rendidos a mis pies, anegados de dinero, y suplicantes de amor”. Fue un verdadero escándalo en los años 20.

El primero y único amor

Personaje de leyenda, La Macorina nació en 1892 en el poblado de Guanajay, entonces provincia de Pinar del Río.Su verdadero nombre era María Constancia Caraza Valdés.

De ella son estos recuerdos:

•“La primavera en el campo embriaga. Yo tenía 15 años y la sentía en la piel, en los ojos, en el alma. La primavera me empujó a escapar de casa con un hombre que prometió amarme por siempre.

•“Mis padres intentaron que regresara, pero seguí en La Habana con mi primer y único amor, aquel que recordaré hasta mi muerte.

•“Él apenas podía garantizar nuestra seguridad económica. Un día apareció una mujer que dijo saber la forma en que podíamos vivir lujosamente. Yo accedí y con ese tremendo error comenzó una etapa de mi vida…” Ya para entonces vivía en la calle Galiano, cerca del Malecón, y se hacía llamar María Calvo Nodarse.

Ponme la mano aquí

Con su rotunda hermosura y su atrevido peinado corto se exhibía por las calles habaneras, acaparando las miradas lujuriosas de los caballeros y el rumor escandalizado de las damas.

Dueña de unos maravillosos ojos, de una gran personalidad y simpatía, sobresalía también por su elegancia en el vestir y su hablar refinado. Dicen que frecuentaba lo más selecto de la sociedad habanera.
Le llamaban La Macorina.

Sobre el origen del mote, ella misma aclaró: “En La Habana había una popular cupletista a quien llamaban La Fornarina. Una noche me paseaba por una de las calles más populares de la ciudad (la Acera del Louvre), cuando un borrachín, confundiéndome con ella y pensando que su nombre era Macorina, comenzó a llamarme a grandes voces. La gente celebró el suceso con risotadas y a partir de ese momento me endilgó ese nombre”. Después vendría el famoso danzón con su atrevido estribillo: “Ponme la mano aquí Macorina pon, pon Macorina, pon”.

Acompañada de la soledad

Su historia comenzó cuando un político la atropelló con su auto y le dejó una leve cojera por el resto de su existencia. Para recompensarla de la lesión, le obsequió un lujoso automóvil, y ella asumió el reto.

Fue la primera mujer que manejó un automóvil en Cuba y obtuvo la primera licencia de conducción entregada por el Municipio de La Habana.Y como a ella le sobraban los amantes, acaudalados y espléndidos negociantes y políticos, entre ellos el ex presidente, José Miguel Gómez, ―quien se bañaba pero también salpicaba―, se hizo de nuevos carros cada vez más costosos, de lujosas casas, caballos, pieles, joyas y viajes al extranjero… Mas la fortuna no siempre le sonreiría. La crisis económica de los años 30 terminó con tanta opulencia.

Los amigos y clientes la fueron abandonando y una no muy joven Macorina tuvo que vender hasta la última de sus propiedades. Algunos la recuerdan regenteando un burdel en la calle Príncipe. Al final, se instaló en una humilde casa de huéspedes de Centro Habana.

“Hoy no tengo ilusiones, pero sí paz. Vivo acompañada de la soledad”, declaró a la revista Bohemia, en 1958, a los 66 años, casi en la miseria.

Murió en La Habana en 1977.

De ella queda un lienzo de Cundo Bermúdez, una muñecona en las Charangas de Bejucal, una escudería de autos antiguos con su nombre y el famoso danzón con su atrevido estribillo: “Ponme la mano aquí Macorina pon, pon Macorina, pon”.

Texto extraido de la revista de cultura cubana "La Jiribilla"
http://www.lajiribilla.co.cu

lunes, 18 de mayo de 2009

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

lunes, 11 de mayo de 2009

soneto

Pensamiento

Cubierta vi de un cielo almidonado
Mi noche fiel al manto del vacío.
Rotunda y gris de llanto de rocío
Cantome un son de rosas ataviado

Perfume a flor, textura y sazonado,
Nostalgia y tez cobalto en voz con bríos
Y el tema audaz, corona en su estribillo,
Cantaba al sol, de noche enamorado

Designa nombre a este pensamiento
Derrama luz que nutra su semilla,
Me dijo a mí, la noche en su entonado

Me perfilé con gracia y sentimiento,
Me confirmé y grité a la que exigía:
Yo soy el sol de Claudia enamorado


Saez

viernes, 8 de mayo de 2009

Capricho

Cuando enciendo un cigarrillo no es común que piense en si me dará cáncer o no, uno no va a la tienda, compra un paquete de rojos o blancos o el color que sea dependiendo de nuestra selección, pensando en qué tan dañinos son. Uno simplemente compra por el gusto que al momento recibirá, la satisfacción en parte de decir, yo puedo comprarme cigarrillos, puedo darme ese pequeño lujo o tomarme la libertad o el capricho (si es que gusto y capricho en este caso no sean lo mismo). Listo, después de la flama cerca a la boca y la primera inhalación.

Si bien la satisfacción comienza desde el momento en que vemos una tienda de conveniencia cerca y pensamos inmediatamente en comprar, ante la vacuidad de la anterior, una nueva caja. Respuesta instantánea al pensamiento original, un tanto egocéntrico o antojadizo, anterior; viene después el análisis interno de los bolsillos, una pequeña y sencilla operación matemática que consiste en restar el precio ya conocido, un precio aceptable o resignado impuesto, políticamente en su mayoría, por las tabacaleras y sus tratos con los políticos: qué tan bien los han tratado: invitaciones a cocteles: trato Vi.Ai.Pi.siano mejorado pero bien merecido por tal de una mano levantada o abstemia en el congreso.

Esperar el verde del semáforo (en caso de contar con algún objeto motriz para la transportación propia), en el cual la operación matemática se ha hecho ya una operación contable. El enorme Debe, imponente, temible, ante el ínfimo haber, producto del pago periódico: producto del trabajo, y el trabajo vaya quién a saber de qué producto es, o a quién le produce algo. Dicha operación contable, cabe mencionar, es inútil, por enorme que sea el Sr. Debe, siempre terminaremos por hacerlo a un lado. Y “El Haber”, ese pobre y débil amigo, se verá menguado una vez más, quitándole a deudas por pagar, la cantidad conocida por tal de un aliciente momentáneo y casi efímero, una necesidad secundaria o terciaria tornada a primaria gracias al anuncio de: Fumar es causa de cáncer y enfisema pulmonar. Mensaje que ignoramos. Aquí volvemos al principio. Pero con un poco más de remordimiento, porque recordamos dos cosas: una, que ese dinero va a ser indispensable para una digna apariencia (si, apariencia) en los días anteriores al momento de la paga, sin tener que pedir para comprar más cigarros porque queremos algo para entretenernos mientras llega el cobro de la nómina; y dos, que al final de cuentas siempre pensamos en que nos va a hacer un poco de daño el fumar un cigarrillo más.

La luz verde nos comunica que la cajetilla nueva nos espera, avanzamos hacia la tienda, estacionamos el carro y bajamos tranquilamente, un tanto resignados, un tanto esperanzados y otro tanto ansiosos. Pedimos nuestra clásica elección y adquirimos el paquete de venerados cilindros. Uno va abriendo el paquete y recuerda que no trae encendedor, se piensa instintivamente en el encendedor que casi todos los automóviles traerían por una suma mensual más, agregada al pago del mismo. Pero específicamente el nuestro es anti-vicios. Así que el Sr. Debe se vuelve unas cuantas monedas más fuerte y regreso al cajero para comprar lo que completará mi suplente de satisfacción, mi suplente anti-perfección, mi suplicio a futuro. Subo al coche, pongo el cilindrito en mi boca y aspiro con la flama castigándolo, toma demonio, sufre, arde, bien, así; exhalo; mejor. Dejo de pensar por un momento. Nada. Nada. Esto. Todo. Pero terminantemente nada. Bien lo vale. Nada. Hasta que el motor encendiéndose automáticamente por mí, me despierta.


Davo

jueves, 7 de mayo de 2009

Nos rompemos la piñata


Dime, dime, dime,
no tiene sentido,
ni de la influenza
menos los fallidos.

Ya quiero huevo,
ya quiero plata,
y con lo que debo
Ahi viene la ingrata

Marchen con fines
Mis senadores
A los que abuchan
De nuestros cojones.

Y que desistan
aquellos valientes
a esos hijitos
que son muy calientes.

Ándale, Juana,
no te dilates
que no hay agua
ni pa los trastes.

Ándale, Juana,
sal del canton
paga la tanda
y lo del avón.

Dame, dame, dame,
dame que ahí te voy,
Págame las deudas
o te va a ir peor.

Cada día suele ser más difícil caminar sin sobrepeso,
siempre anda uno con el costal repleto de preocupaciones tras la espalda
que si falta pagar la renta,
que si me descuentan del cheque por el préstamo,
que si en este mes llega la luz,
que si la hago pal gas,
que de los cuatro pantalones ya nomas me quedan dos
que mejor nomas comemos frijolitos y huevo pa completar
que a donde vamos el sábado si ni hay lana…
De que nos sirve criticar a ese país
y llenarnos la boca argumentando que nosotros sí somos libres,
si para salir de nuestros hogares necesitamos billetitos que no tenemos.

Me pregunto yo:
Si ese costal lo cargamos los de abajo,
Entonces,
¿Cómo sobrevivirán los que no tienen fondo?

Caile, caile, caile
gobierno tragón
ya nos atoraste
con el apagón.


*_* Eurídice

miércoles, 6 de mayo de 2009

Post it

Hellow nubes pasajeras aqui les envio este enlace para el que se interese a echarle un vistazo a algunas fotillos que subí... Besos!

http://www.flickr.com/photos/juanitaeuridice

UNIVERSOS PARALELOS

Al parecer diariamente se están sucediendo una serie de nuevos reglamentos que convertirán nuestra cotidianidad en un universo paralelo en el momento en que se nos antoje una hamburguesa, un helado, unos tacos, ir al cine y hasta el simple acto de salir a caminar, a tomar un poco de aire, respirar. Es el caso aquí en México, porque aún ignoro las medidas que serán tomadas en otros países aparte, claro está, de discriminarnos, lo cual no es totalmente nuevo, ahora además de ser “latino” en tierras primermundistas, seremos algo peor “mexicanos infectados de influenza”, me pregunto ¿qué sigue?.

Aunque me rehúso a ver las noticias, es inevitable no hacerlo en ocasiones, (especialmente ahora que la emergencia sanitaria nos ha tenido confinados en un búnker), oficialmente se dieron a conocer las nuevas reglas de convivencia entre la sociedad mexicana, entre ellas las que más llamaron mi atención fueron las que aplicarán en los cines y en los lugares de trabajo. Si se te ocurre acudir a ver una película, tendrás que dejar pasar dos asientos entre cada persona y pensé que la única ventaja de esta medida será que aprenderé a ir al cine sola y al mismo tiempo me pregunto, si tenemos que guardar una distancia de al menos 2 metros ¿qué pasa con los que se sientan enfrente de nosotros, ampliarán las salas de cine sólo para hacernos sentir más cómodos en este universo paralelo que están creando? Quizá estoy haciéndome preguntas absurdas, sin embargo, lo prefiero al hecho de aceptar sin chistar lo que proponen las nuevas reglas de comportamiento.

No cabe duda que de ahora en adelante tendremos que literalmente guardar distancia, pedir nuestro espacio personal ya no será más una exigencia petulante, no obstante, no todo me parece absurdo dentro de esta nueva realidad, ya que creo justo y necesario que se haga una limpieza general en el país, y así dejemos de ser el eterno cliché para los extranjeritos que nos visitan y nos acusan de haberles causado una interminable lista de enfermedades infecciosas, ¡Gracias Dios, dejaremos de ser un cliché en las películas de Hollywood! ¡Ya puedo continuar ahora sí mi destino literario!

Amigos, he sido sincera con todos ustedes, este encierro forzado, a pesar de mis escapadas, ha tenido diversos efectos secundarios, el positivo: se creó este espacio para compartir nuestros demonios; el negativo: creo que he subido un par de kilos. Les dejo a ustedes este recuento, no sé si del todo completo, pero si reflexivo.

Gracias nubes pasajeras.

Tere Cuello. Miss Neck.

martes, 5 de mayo de 2009

Reacciones en cadena

Por Teresa Cuello
(Miss Neck)
Escrito el 16 diciembre 2008.
Monterrey N.L.

Siempre he creído que el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa para sobrevivir, su capacidad de adaptarse a cualquier situación que se le presente es casi divina, sin embargo, existen elementos que pueden terminar con esa resistencia, entre ellos enumero algunos de actualidad: la rápida caída del sistema económico en el que hemos crecido y creído encontrar una forma de vida estable, pero que resulta ser una serie interminable de palabras entrecomilladas “trabajo seguro”, “libertad de expresión”, ”democracia”, etcétera; la creciente violencia y corrupción no sólo entre las organizaciones delictivas si no también en las instituciones que fueron creadas para el bienestar de los ciudadanos; los medios de comunicación con su enorme galería de programas que personifican un estilo de vida burdo y simplista y que sólo busca la satisfacción inmediata de su auditorio, le pone en la mesa soluciones fáciles para olvidar que por las noches, allá afuera, muy cerca, andan los lobos con mucha hambre.
Puedo seguir enumerando diversos problemas que cada uno de nosotros enfrenta diariamente, los robos, las balaceras, los secuestros, la policía corrupta, el estrés, los discursos manipuladores… lo peor de todo es que tenemos que “mirar feo” al prójimo para que no nos vea vulnerables, por si acaso resulta ser un delincuente que pueda arrebatarnos la quincena y con ello la posibilidad de comer por el resto del mes.
Pero no estoy segura de que en este escrito quiera hacer una larga lista de causas y efectos, de culpables y víctimas, el resultado de esta reflexión, afirmo, debería ser una solución, que no sea burda o simplista, que únicamente cumpla con el concepto de evasión crónica, mi propuesta no es simple, ni siquiera tengo la respuesta en la mano, no pretendo tenerla, es simplemente llevar a cabo cosas que nos puedan dejar con un vacío más breve, no ser únicamente observadores si no participantes de una sociedad más atenta a lo que nos rodea, a lo que podemos palpar diariamente, no lo que nos diga un tercero por la televisión, la radio, el internet.
Decir todo esto muy sencillo, pero hoy me desperté con el ánimo triste pero con el deseo de no seguir así, mi forma de hacerlo es a través de la escritura y la lectura; al escribir esto me propuse no ser una voz redentora sino de reflexión, con la esperanza de animar a quien me lea a crear una reacción en cadena; todos, lo queramos o no, estamos conectados, si alguien tiene un gesto amable con otro, quienquiera que sea, eso es una gran semilla que repercutirá en otra persona, el alcance de un buen acto, quizá no lo vemos, pero ahí está, creciendo, viajando…
Esto es una muestra de lo que considero un buen acto que a través de tiempo y el espacio ha llegado hasta mí:

QUIENQUIERA QUE SEAS

Son para ti, quienquiera que seas, el movimiento y la reflexión,
la embarcación divina surca el mar divino para ti.
La tierra es sólida y líquida por ti.
Eres el hombre y la mujer por quien el sol y la luna
siguen suspendidos en el cielo.
Sólo para ti el presente y el pasado existen,
sólo para ti la inmortalidad existe.

Cada hombre y cada mujer son por sí mismos la palabra
del pasado y del presente, la verdadera palabra de la inmortalidad.
Nadie puede adquirir por otro, nadie.
Nadie puede creer por otro, nadie.

La canción es para quien la canta y a él lo principal retorna,
la enseñanza es para el maestro y a él lo principal retorna,
el asesinato es para el asesino y a él lo principal retorna,
el robo afecta al que roba y a él lo principal retorna,
el amor es para quien ama y a él retorna,
el regalo es para el que regala y a él siempre retorna,
la disertación es para quien diserta, la actuación para el actor y la actriz
y no para el auditorio,
y ningún hombre comprende más grandeza ni bondad
que la suya propia o la señal de la suya propia.

Walt Whitman.

Recomendación

Chicos

ahí les va este enlace, que encontré, está muy chido:

http://banderaroja.blogspot.com/2006_05_01_archive.html

A ver qué les parece.

saludos, Euridice

¡Ay, estos días!

Caminemos al lado de el Narrador de La historia de Mayta (novela de Mario Varga Llosa) en un arrabal del Perú. Son tiempos de revolución, de violencia, tiempos de confusión e impotencia. Estamos en uno de los barrios más marginados de la nación, donde los hogares de cartón, aluminio, adobe, siempre a media construcción, del lumpen, se erigen entre excremento, desechos, moscas, crimen y pestilencia. Estamos aquí para entrevistar a dos monjas, cuya vida entregaron a la caridad y a una revolución eclesiástica silenciosa y desapegada del todo de los dogmas del catolicismo. Es que nuestro amigo el Narrador está construyendo una novela basado en la vida de Mayta, el revolucionario que se alzó en Jauja, y necesitamos del testimonio de las monjas, quienes le conocieron. De más está preguntar por qué recabamos testimonios reales para construir una historia de ficción, es la manera de proceder de nuestro narrador y punto.
Las monjas nos hablan de todo un poco, asesinatos, laboratorios de cocaína, hombres que matan a sus esposas por celos y justifican el crimen tras la cortina de confusión tejida por los asesinatos políticos, ya todos matan y no se sabe ni por qué. Pero las monjas no se lamentan, las vemos fuertes y llenas de fe, no optimistas, pero tampoco desesperadas. Nos cuentan la historia de un Padre canadiense que Mayta en su momento les contó:

Me acuerdo de un padre joven, alto, coloradote, que era médico. Nada de lo que he aprendido me sirve, decía. No soportaba que los niños murieran como moscas, la cantidad de tuberculosos, y que en los periódicos hubiera páginas y páginas dedicadas a fiestas y banquetes, a los matrimonios de los ricos.

Llegamos a unos basurales-chiqueros, el olor se eleva denso y deja caer sobre nosotros la fetidez que puede sin misericordia. Estamos en la zona más peligrosa de la barriada, nos dicen las monjas entre otras cosas.
Notamos que nuestro Narrador se torna distante, sabemos que la duda le arrebata de ahí. Más aún, sabemos lo que piensa, él piensa:

¿No puedo concentrarme en Mayta porque ante semejante ruindad su historia se minimiza y evapora?

Las monjas siguen hablando, pero él sigue abstraído en la cuestión que lo tiene ahí:

¿O es porque, ante esta ignominia, no es Mayta sino la literatura la que resulta vana?

No nos da tiempo para dejar caer la cabeza (no se a ustedes, pero para mí la pérdida de la fe es un cataclismo que arrasa la vida hasta reducirla, no a muerte, pero a escombro vegetal), al cabo se responde él mismo:

Es un mal pensamiento ése. Si, como el Padre canadiense del cuento de Mayta, yo también me dejo ganar por la desesperación, no escribiré esta novela. Eso no habrá ayudado a nadie; por efímera que sea, una novela es algo, en tanto que la desesperación no es nada.

Punto. Dejemos al Narrador, dejemos la novela de Vargas Llosa. Volvamos del Perú a nuestra computadora, a la realidad cibernética de hoy. En realidad ya no me queda qué decir, esa última cita lo dice todo. En estos días de crisis económica, de desempleo, de epidemias que amenazan hecatombes, de confusión por el bombardeo de información que nos llega por todas partes, tenemos de dos.. Dejarnos ganar por la desesperación y hacer nada, o mover un dedo y construir cualquier cosa, acto que por efímero que sea, ya es algo. A mis amigos.. A escribir se ha dicho, tapicemos de letras este blog, aunque incurramos en el surrealismo cuando se nos acaben los argumentos.

Salud y heavy metal..

luis sánchez

lunes, 4 de mayo de 2009

No estoy tranquilo

No estoy tranquilo
algo engulle
poco a poco
las pequeñas boronitas,
mansas voces entrecortadas
tristes formas de autorretratos que son las letras
pintura enmohecida

no puedo dejar de escribir esto repetido
no puedo dejar de escribir esto repetido
no puedo dejar de escribir esto repetido

suicidio involuntario por la mano de los otros

decido tajantemente cortarme los dedos
ya no ya nunca
no volver a mirar ningún tipo de libro
vida desgraciada,
vida estúpida la que quise
vida ajena
una disculpa a los vivos
un aplauso
una burla


quien se sienta libre de libro
que arroje la primera letra
renuncio a las ideas originales de hace 100 años o más

quemo cada uno de los renglones en mi mente
hagamos homenajes a los tontos
a los locos
a los incomprendidos
pongamos sus nombres a los puentes que cruzamos
a los que se construyen con la mitad del presupuesto
levantemos esfinges con cara de tuertos
erijamos la mirada hasta el cielo
donde termina la punta de la torre de babel
para seguir con los lugares comunes
si me permiten lo común
y corriente
mandemos cartas de fan agradecido

voy a mirar los poemas del cielo
la saliva divina que nos riega
voy a maldecir sabiendo que me pierdo
sabiendo que no seré más hijonuestro*

es la oscuridad
ya me ha tragado
es el gemido rapaz del ladrón

“y el óscar es para…”
el falso arcoíris detrás de nuestra fotografía en blanco y negro
semen esparcido en nuestras bocas
atole con el dedo

y yo volviendo a las cuerdas de nylon, a la forma de mujer
la añorada, la eterna,
la madre de todos los fetos escogidos para aborto
el vientre extirpado,
matriz que palpita en pleno desierto
la cobardía del padre tururú
(éstas últimas 3 sílabas háganse mascando chicle)

me han enseñado a tener dinero en la bolsa, siempre.
por si no te has dado cuenta aprendí mal
todo lo gasté en los libros que utilizo como zancos
y el oscuro monitor en off nos va tragando
como luz obscura que guía nuestros pasos
como todos los libros el libro**
como todos los llantos el mar**
como todos los hombres el hombre**
sin nombre***


*con amor al eterno Silvio.
**con respetos a Cortázar.
***verso de Octavio paz.
E. David Navarro

domingo, 3 de mayo de 2009

Es que no somos especiales...

Es que no soy especial, el siglo y el progreso han entrado y les abrimos la puerta, trabajamos por un sueldo pequeño y el sueño de aquel universitario tirado en el césped lo invadió el desempleo y la mala educación. Es que ya no somos especiales ni valiosos como el papel que dice al jefe lo que somos, un posible prospecto, un producto de mediana calidad para su empresa roída por el dinero y la publicidad.

Es que nos “observan” andar sin brillo, esperando en la esquina el camión que nos lleve a la siguiente entrevista y un joven nos reciba con la sospecha de que no le serviremos para nada y que en cinco minutos verá nuestra espalda húmeda tocar su picaporte recién lustrado; ese joven no fue nuestro compañero, él conoce lo que es una beca prestigiosa, el salón de clases con aire acondicionado, los maestros con sus menciones honoríficas guardadas en el maletín suizo, los proyectores último modelo, las computadoras con logo actualizado, conoce la mano abierta del empleador, la llamada secreta al compadre que es político o empresario local y que vive cerca del cerro donde su gente por las tardes y los domingos va a caminar, el conoce las áreas exclusivas, los cafés con personalidad y aroma de franquicia extranjera; no, él no conoce el cine de veinte pesos donde los estudiantes van a besarse y a consumir palomitas altas en grasas saturadas, no conoce la biblioteca cuando está más sola, no sabe dónde se esconde el tomo donde Alfonso Reyes habla de las categorías de lectura, no lo sabe, por eso extiende su mano a medias una y otra vez porque nada sabe por sí mismo, lo aprendió por ahí, en alguna universidad de renombre en la que sus administradores se pasean de lado o miran desde su oficina los centros comerciales.

No, él nada sabe de subirse al camión en el centro de la ciudad o de reparar la bastilla de su pantalón negro y el broche de su mismo maletín, qué sabe de correas rotas, de libros fotocopiados y del regateo en la calle de los libros usados, no sabe y no le importa ya que su último sueño está por cumplirse, el anillo de compromiso ya está pagado y en la puerta, sobre aquél picaporte, ya está su nombre, su gran proeza está por consumarse y consumirse. Él poco sabe, tiene razón, por qué tiene que importarle el destino de todos, la reflexión, la creatividad, el pensamiento, el valor, la pasión, el coraje, el tiempo, el arte, el sentido común, el criterio propio, etcétera, etcétera, etcétera…

Teresa Cuello. (Miss Neck)
24 de abril de 2009.

Reynosa, Tamaulipas a 17 de Febrero de 2009

Aun se respira ese silencio
en la atmósfera…
un silencio lastimero, espeso,
que callaría el eco de alguien
gritando con todas sus fuerzas.

Los perros se acercan a las avenidas
miran hacia todos lados
con vibraciones extrañas bajo sus patas
olfatean la angustia
de las calles deshabitadas.

Ningún restaurant abierto,
carros y microbuses atravesados,
murmullos de gente que se quedo en el camino,
tránsitos; policías…
sin aparición alguna.
todo un Comala
¡Pueblo fantasma!

Huele a muerte
a una muerte acechadora
que se esconde tras la cortina,
espera el gran momento
deambulando desnuda,
arrastrando sus huesos sin dejar rastro.
sin rumbo ni planeación
sin avisar junto a los pies
o en el respaldo.

¡Calavera culera!
Que se olvida de los desahuciados
jugando a la ruleta rusa
titubeando será Simón será María
será la viuda del otro día.


(En los periódicos y noticieros fue sólo un enfrentamiento entre soldados
y “un grupo armado”. Por las calles la gente contó aproximadamente 50 cuerpos. )








Eurídice

“A quien pueda interesar”

Que otros hagan aún
el gran poema
los libros unitarios
las rotundas
obras que sean espejo
de armonía
A mí sólo me importa
el testimonio
del momento que pasa
las palabras
que dicta en su fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay proyecto
ni medida

José Emilio Pacheco

una sonrisa triste

En el centro de la nada hay de todo
por eso nadie soporta la realidad
por eso este juego del enfermo y su bozal
el mexicano juego de la lotería
el soldado en tu espalda
la dama en tu bolsa
y el borracho los viernes
¡que viva la dama!
¡que viva el soldado!
¡que vivan los viernes!
una sola tabla printed in U.S.A.
el catrín y cuatro esquinas
la muerte y la calavera forman el rectángulo
gana tabla llena, aunque falten frijolitos
jugamos de lunes a domingo
thank God no decimos buenas
ahora gritamos ¡bingo!


E. David Navarro

viernes, 1 de mayo de 2009

"Aquí pasan cosas raras" o las cosas raras en el cuento

Después de haber ojeado nuevamente el cuento "Aquí pasan cosas raras" de Luisa Valenzuela, encuentro que en la esfera dialógica de la historia existe un trasfondo psicológico cuyo sentido más próximo es el extrañamiento de los personajes hacia las situaciones externas. Al recordar el pasaje en donde Mario y Pedro están en un café y observan un portafolio puesto en una silla en donde no hay alguien, es decir, cuyo dueño está ausente por causas desconocidas, por ejemplo, el olvido del objeto, pienso que es un motivo y un impulso para que los personajes actúen sobre el hecho. Este portafolio promueve a los personajes y los interna en un mundo hasta entonces ignorado: el extrañamiento psicológico y lo desconocido.
Ahora bien, el tramado de las acciones comienza a entretejerse con otro hecho: al salir del café con el portafolio en el brazo de Mario, Pedro observa un saco encima de un coche y decide llevárselo; sin embargo, antes de seguir haré un apunte como observación: primeramente, no son los personajes quienes comienzan a sugestionarse sino es el narrador el que sugiere este aspecto al decir: “y pensar que el portafolios estará repleto de billete...”; creo que por la condición de ser un narrador omnisciente-intradiegético opta por sugerir que el portafolios contiene dinero. Como posibilidad trasciende, mas no como un hecho en sí. Y no es tanto por el contenido del objeto, sino porque a mi juicio es el factor y el motivo para que la historia trascienda: no evidenciar el contenido del portafolio pues de ese modo la historia cobra fuerza. Por añadidura, quiero apuntar que los personajes se ven insertos en una encrucijada, pero una en donde existe una fuerza desconocida que provoca el sugestionamiento psicológico; al parecer dicha fuerza puede estar en el poder del Estado y la represión que éste ejerce entre los individuos de la nación argentina, no obstante, mi propuesta reside en el hecho interior, es decir, en la mente de los personajes. Toda una maraña de sucesos y entramados son promovidos como posibilidades cuando se sienten envueltos en una trampa, o tal vez en un atentado u otra, simplemente atemorizados por una vida que ha perdido toda fe y toda esperanza, aspectos provocados por el sistema dominante en donde la rebelión es reprimida por la fuerza militar.
El mismo título lo enuncia: pasan cosas raras, ¿en dónde?; aquí. Implica un espacio y un tiempo en donde la rareza y el extrañamiento son factores constantes que predeterminan las acciones, una fuerza invisible, ajena a los marginados pero susceptible porque pertenecen a la minoría, los desprotegidos.

Luis Javier Estrella

Las razones

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