domingo, 3 de mayo de 2009

Reynosa, Tamaulipas a 17 de Febrero de 2009

Aun se respira ese silencio
en la atmósfera…
un silencio lastimero, espeso,
que callaría el eco de alguien
gritando con todas sus fuerzas.

Los perros se acercan a las avenidas
miran hacia todos lados
con vibraciones extrañas bajo sus patas
olfatean la angustia
de las calles deshabitadas.

Ningún restaurant abierto,
carros y microbuses atravesados,
murmullos de gente que se quedo en el camino,
tránsitos; policías…
sin aparición alguna.
todo un Comala
¡Pueblo fantasma!

Huele a muerte
a una muerte acechadora
que se esconde tras la cortina,
espera el gran momento
deambulando desnuda,
arrastrando sus huesos sin dejar rastro.
sin rumbo ni planeación
sin avisar junto a los pies
o en el respaldo.

¡Calavera culera!
Que se olvida de los desahuciados
jugando a la ruleta rusa
titubeando será Simón será María
será la viuda del otro día.


(En los periódicos y noticieros fue sólo un enfrentamiento entre soldados
y “un grupo armado”. Por las calles la gente contó aproximadamente 50 cuerpos. )








Eurídice

1 comentario:

  1. Me gusta mucho la atmósfera de desolación que creas, aunque me parece que cuando comienzas con los párrafos de la muerte no culminas la tensión que creas en los primeros tres (me parece a mí)..

    saludos

    luis

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